viernes, 31 de diciembre de 2010

Life is what happens to you while you're busy making other plans


¿Ya tenéis puestos los deberes para el año nuevo?


Yo os deseo felicidad y por su puesto, que creáis en vosotros mismos ¿Quién lo hará si no?







viernes, 24 de diciembre de 2010

Feliz Navidad




"Out of a forest".


Así de simple. Así de difícil.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Sucede que a veces...

Sucede que a veces no me gusta quién soy
Sucede que a veces no sé quién soy
Sucede que a veces no me dejo ser
Sucede que a veces olvido todo
Sucede que a veces recuerdo todo
Sucede que a veces no te perdono
Sucede que a veces no me perdono
Sucede que a veces no tengo respuestas
Sucede que a veces no veo el camino
Sucede que a veces me dejo perder
Sucede que a veces me escondo
Sucede que a veces... sucede

Y aún así, cada día sucede un poquito menos; porque también sucede que a veces tengo un pacto con mi vida: la vida



Sucederá mientras pueda suceder.

jueves, 4 de noviembre de 2010

XXV

Si me lo permitís...



Sale el movimiento de la imprecisión
una melodía que se me escapó
esa flor de un día que se marchita
así me siento hoy.


Fue soplar las velas y en ese apagón
vi pasar mi vida y aunque me gustó
deja que te pida si tu me permites
contigo me voy...


Ahora me voy a dejar llevar
voy a callarme y escuchar
prometo que esta vez
voy a confiar en ti.


He peleado mucho y ya me cansé
tanto sufrimiento para llegar a qué
ahora el nuevo día parece decirme
déjate llevar.


Ahora me voy a dejar llevar
voy a callarme y escuchar
prometo que esta vez
voy a confiar en ti.


Sueño con las luces de hogares llenos
un murmullo lejano que me es ajeno
cúbreme de besos, abrázame fuerte 
y déjate llevar.

Y es que...

me voy a dejar llevar
voy a callarme y escuhar
prometo que esta vez
voy a confiar en ti.


M-Clan
"Me voy a dejar llevar"


lunes, 1 de noviembre de 2010

Noviembre Dulce.

Enamorada confesa del otoño. De sus tardes grises ninguneadas por la crítica popular. Del tímido sol que brota, por fin humilde, entre las nubes iluminando ténuemente la faz del campo que revive, brota y reluce agradecido ante  la llegada de las primeras y escasas lluvias estacionales. Fascinante mezcla de colores cobrizos envueltos en un halo de imponente misterio salpicados por un suave manto verde. Y aún mejor, embriagador olor a lluvia aderezado con  pequeñas gotas del aroma  de algún fuego prendido para dar calor al cuerpo y al corazón. 

Oh, querido Noviembre; tan desapercibido, oculto, frágil y extraño como siempre. Asumiendo ese papel tan incómodo que el destino te hizo representar; epílogo de las luminosas tardes y  prólogo al festivo invierno. Sólo quién busca y hurga en ti es capaz de saborear la hermosura de  tus melancólicos días y la música oculta en la caída de cada hoja.

Querido Noviembre, que bueno que viniste un año más.

Who can say
where the road goes
where the day flows


domingo, 17 de octubre de 2010

Cuestión de pelotas

Ayer por casualidad me topé con este reportaje en Documentos TV, no tengo nada más que añadir pues ya sé que me repito mucho y está todo bien claro.

Un desgraciado día le dije a una persona: 

"Si algún día tienes una hija y por cualquier circunstancia un tarde  llega llorando a casa de impotencia porque alguien se cree  con el derecho de negarle algo por el mero hecho de ser mujer, algo tan básico a lo que cualquier niño tiene acceso... entonces, ese día, quizá me entiendas. Ojalá, no sea así y de aquí a ese futuro todo haya cambiado"


Ocho años después lo sigo manteniendo y se lo diría a mucha gente.



Vean el documental:
http://www.rtve.es/alacarta/la2/ultimos/index.html#904445



Por cierto, existe una curiosa  diferencia en la forma de hablar y percibir las cosas de los que hablan con una bandera española al fondo y bien uniformados con respecto a  los que están a pie de campo.  

miércoles, 8 de septiembre de 2010

8 de Septiembre

Un año más, Feliz Día de Extremadura a todos.  


La canción es "Ojalá" de Tam Tam Go!


Así empieza un nuevo día
mojándome a pleno sol
Así empieza una canción 
Rescatada del olvido

y... 
OJALÁ estuvieras aquí
para poder empezar de cero
OJALÁ estuvieras aquí
para crear un mundo entero
OJALÁ estuvieras aquí
para dibujarte hoy con mis dedos
OJALÁ estuvieras aquí
para sentir otra vez tu deseo
OJALÁ estuvieras aquí
para borrar de mi cabeza el miedo
OJALÁ pudieras volver
decirte que hoy ya no se acaba el tiempo
OJALÁ estuvieras aquí
para partirnos una vez más el pecho
OJALÁ pudieras sentir
que estoy contigo allí 
y allí no hay bien

Así acabará este día
empapado en tus olores
Así acaba esta canción
para un as de corazón 

OJALÁ estuvieras aquí
para empezar otra vez de cero[...]

martes, 31 de agosto de 2010

Amberville

TEDDY OSO

lunes, 30 de agosto de 2010

jueves, 19 de agosto de 2010

Aprende con... Fabulario

Ahora que estoy de vacaciones he visto algún ratillo más la tele, pero sigo fiel a mi querido Canal Extremadura. Después de mucho tiempo sin verlos me he reencontrado con estos simpáticos garrovillanos y su Fabulario. Nos narran cuentos/rumores, pero a su estilo, a mí me resultan muy graciosos. El último que vi es este que les dejo a continuación, ¿saben qué cuento es?
Se trata del cuento "El traje nuevo del Emperador" que pertenece a la extensa obra de Hans Christian Andersen. No dejen de leerlo.
"Hace muchos años había un Emperador tan aficionado a los trajes nuevos, que gastaba todas sus rentas en vestir con la máxima elegancia.

No se interesaba por sus soldados ni por el teatro, ni le gustaba salir de paseo por el campo, a menos que fuera para lucir sus trajes nuevos. Tenía un vestido distinto para cada hora del día, y de la misma manera que se dice de un rey: “Está en el Consejo”, de nuestro hombre se decía: “El Emperador está en el vestuario”.

La ciudad en que vivía el Emperador era muy alegre y bulliciosa. Todos los días llegaban a ella muchísimos extranjeros, y una vez se presentaron dos truhanes que se hacían pasar por tejedores, asegurando que sabían tejer las más maravillosas telas. No solamente los colores y los dibujos eran hermosísimos, sino que las prendas con ellas confeccionadas poseían la milagrosa virtud de ser invisibles a toda persona que no fuera apta para su cargo o que fuera irremediablemente estúpida.

-¡Deben ser vestidos magníficos! -pensó el Emperador-. Si los tuviese, podría averiguar qué funcionarios del reino son ineptos para el cargo que ocupan. Podría distinguir entre los inteligentes y los tontos. Nada, que se pongan enseguida a tejer la tela-. Y mandó abonar a los dos pícaros un buen adelanto en metálico, para que pusieran manos a la obra cuanto antes.

Ellos montaron un telar y simularon que trabajaban; pero no tenían nada en la máquina. A pesar de ello, se hicieron suministrar las sedas más finas y el oro de mejor calidad, que se embolsaron bonitamente, mientras seguían haciendo como que trabajaban en los telares vacíos hasta muy entrada la noche.

«Me gustaría saber si avanzan con la tela»-, pensó el Emperador. Pero había una cuestión que lo tenía un tanto cohibido, a saber, que un hombre que fuera estúpido o inepto para su cargo no podría ver lo que estaban tejiendo. No es que temiera por sí mismo; sobre este punto estaba tranquilo; pero, por si acaso, prefería enviar primero a otro, para cerciorarse de cómo andaban las cosas. Todos los habitantes de la ciudad estaban informados de la particular virtud de aquella tela, y todos estaban impacientes por ver hasta qué punto su vecino era estúpido o incapaz.

«Enviaré a mi viejo ministro a que visite a los tejedores -pensó el Emperador-. Es un hombre honrado y el más indicado para juzgar de las cualidades de la tela, pues tiene talento, y no hay quien desempeñe el cargo como él».

El viejo y digno ministro se presentó, pues, en la sala ocupada por los dos embaucadores, los cuales seguían trabajando en los telares vacíos. «¡Dios nos ampare! -pensó el ministro para sus adentros, abriendo unos ojos como naranjas-. ¡Pero si no veo nada!». Sin embargo, no soltó palabra.

Los dos fulleros le rogaron que se acercase y le preguntaron si no encontraba magníficos el color y el dibujo. Le señalaban el telar vacío, y el pobre hombre seguía con los ojos desencajados, pero sin ver nada, puesto que nada había. «¡Dios santo! -pensó-. ¿Seré tonto acaso? Jamás lo hubiera creído, y nadie tiene que saberlo. ¿Es posible que sea inútil para el cargo? No, desde luego no puedo decir que no he visto la tela».

-¿Qué? ¿No dice Vuecencia nada del tejido? -preguntó uno de los tejedores.

-¡Oh, precioso, maravilloso! -respondió el viejo ministro mirando a través de los lentes-. ¡Qué dibujo y qué colores! Desde luego, diré al Emperador que me ha gustado extraordinariamente.

-Nos da una buena alegría -respondieron los dos tejedores, dándole los nombres de los colores y describiéndole el raro dibujo. El viejo tuvo buen cuidado de quedarse las explicaciones en la memoria para poder repetirlas al Emperador; y así lo hizo.

Los estafadores pidieron entonces más dinero, seda y oro, ya que lo necesitaban para seguir tejiendo. Todo fue a parar a sus bolsillos, pues ni una hebra se empleó en el telar, y ellos continuaron, como antes, trabajando en las máquinas vacías.

Poco después el Emperador envió a otro funcionario de su confianza a inspeccionar el estado de la tela e informarse de si quedaría pronto lista. Al segundo le ocurrió lo que al primero; miró y miró, pero como en el telar no había nada, nada pudo ver.

-¿Verdad que es una tela bonita? -preguntaron los dos tramposos, señalando y explicando el precioso dibujo que no existía.

«Yo no soy tonto -pensó el hombre-, y el empleo que tengo no lo suelto. Sería muy fastidioso. Es preciso que nadie se dé cuenta». Y se deshizo en alabanzas de la tela que no veía, y ponderó su entusiasmo por aquellos hermosos colores y aquel soberbio dibujo.

-¡Es digno de admiración! -dijo al Emperador.

Todos los moradores de la capital hablaban de la magnífica tela, tanto, que el Emperador quiso verla con sus propios ojos antes de que la sacasen del telar. Seguido de una multitud de personajes escogidos, entre los cuales figuraban los dos probos funcionarios de marras, se encaminó a la casa donde paraban los pícaros, los cuales continuaban tejiendo con todas sus fuerzas, aunque sin hebras ni hilados.

-¿Verdad que es admirable? -preguntaron los dos honrados dignatarios-. Fíjese Vuestra Majestad en estos colores y estos dibujos -y señalaban el telar vacío, creyendo que los demás veían la tela.

«¡Cómo! -pensó el Emperador-. ¡Yo no veo nada! ¡Esto es terrible! ¿Seré tan tonto? ¿Acaso no sirvo para emperador? Sería espantoso».

-¡Oh, sí, es muy bonita! -dijo-. Me gusta, la apruebo-. Y con un gesto de agrado miraba el telar vacío; no quería confesar que no veía nada.

Todos los componentes de su séquito miraban y remiraban, pero ninguno sacaba nada en limpio; no obstante, todo era exclamar, como el Emperador: -¡oh, qué bonito!-, y le aconsejaron que estrenase los vestidos confeccionados con aquella tela en la procesión que debía celebrarse próximamente. -¡Es preciosa, elegantísima, estupenda!- corría de boca en boca, y todo el mundo parecía extasiado con ella.

El Emperador concedió una condecoración a cada uno de los dos bribones para que se las prendieran en el ojal, y los nombró tejedores imperiales.

Durante toda la noche que precedió al día de la fiesta, los dos embaucadores estuvieron levantados, con dieciséis lámparas encendidas, para que la gente viese que trabajaban activamente en la confección de los nuevos vestidos del Soberano. Simularon quitar la tela del telar, cortarla con grandes tijeras y coserla con agujas sin hebra; finalmente, dijeron: -¡Por fin, el vestido está listo!

Llegó el Emperador en compañía de sus caballeros principales, y los dos truhanes, levantando los brazos como si sostuviesen algo, dijeron:

-Esto son los pantalones. Ahí está la casaca. -Aquí tienen el manto... Las prendas son ligeras como si fuesen de telaraña; uno creería no llevar nada sobre el cuerpo, mas precisamente esto es lo bueno de la tela.

-¡Sí! -asintieron todos los cortesanos, a pesar de que no veían nada, pues nada había.

-¿Quiere dignarse Vuestra Majestad quitarse el traje que lleva -dijeron los dos bribones- para que podamos vestirle el nuevo delante del espejo?

Quitose el Emperador sus prendas, y los dos simularon ponerle las diversas piezas del vestido nuevo, que pretendían haber terminado poco antes. Y cogiendo al Emperador por la cintura, hicieron como si le atasen algo, la cola seguramente; y el Monarca todo era dar vueltas ante el espejo.

-¡Dios, y qué bien le sienta, le va estupendamente! -exclamaban todos-. ¡Vaya dibujo y vaya colores! ¡Es un traje precioso!

-El palio bajo el cual irá Vuestra Majestad durante la procesión, aguarda ya en la calle - anunció el maestro de Ceremonias.

-Muy bien, estoy a punto -dijo el Emperador-. ¿Verdad que me sienta bien? - y volviose una vez más de cara al espejo, para que todos creyeran que veía el vestido.

Los ayudas de cámara encargados de sostener la cola bajaron las manos al suelo como para levantarla, y avanzaron con ademán de sostener algo en el aire; por nada del mundo hubieran confesado que no veían nada. Y de este modo echó a andar el Emperador bajo el magnífico palio, mientras el gentío, desde la calle y las ventanas, decía:

-¡Qué preciosos son los vestidos nuevos del Emperador! ¡Qué magnífica cola! ¡Qué hermoso es todo!

Nadie permitía que los demás se diesen cuenta de que nada veía, para no ser tenido por incapaz en su cargo o por estúpido. Ningún traje del Monarca había tenido tanto éxito como aquél.

-¡Pero si no lleva nada! -exclamó de pronto un niño.

-¡Dios bendito, escuchen la voz de la inocencia! -dijo su padre; y todo el mundo se fue repitiendo al oído lo que acababa de decir el pequeño.

-¡No lleva nada; es un chiquillo el que dice que no lleva nada!

-¡Pero si no lleva nada! -gritó, al fin, el pueblo entero.

Aquello inquietó al Emperador, pues barruntaba que el pueblo tenía razón; mas pensó: «Hay que aguantar hasta el fin». Y siguió más altivo que antes; y los ayudas de cámara continuaron sosteniendo la inexistente cola"

jueves, 12 de agosto de 2010

Con faldas y a lo loco, ¿Por qué no?

Hace unos días bajé al pabellón V Centenario a echar un ratillo. Qué sensación más bonita cuando te acercas a la puerta de entrada y ya escuchas el bote del balón desde la calle. Como suele ser habitual los días de diario a horas tempranas, no había mucha gente, unos jóvenes pasando las tardes estivales y poco más. Allí nos conocemos todos las caras de vista cuanto menos, pero con el verano hay nuevas incorporaciones a los habituales del “Quinto”. Y a vosotros que os importa, ¿verdad? Tranquilidad, que todo tiene su lógica. Resulta que un día de estos, de camino a casa, al pasar por las pistas de Moctezuma también se podía contemplar a otros jóvenes jugando. A juzgar por las apariencias debían ser de la misma edad que los que estuvieron en el pabellón, entre los 14-17 años. Ambas ubicaciones comparten un sorprendente denominador común: había chicas, ¡y más de una! Me congratula, y no saben cuánto, ver como ha progresado la igualdad en el deporte base de la canasta, pero no a nivel “político”, sino a pie de calle. Hoy en día las niñas (algunas, tampoco nos tiremos faroles) hacen deporte para pasar las interminables tardes de verano, se ponen las camisetas de bestias pardas como Lebron James y no les importa sudar con otros especimenes teóricamente superiores por físico, y lo que es más importante, los otros sujetos (llámense hombres/chicos/niños) se acostumbran a manejarse en esas lidias y ven que es posible, que no se contagian, ni nada por el estilo. Se “educan” para el futuro y se promueve la normalización de la presencia de la mujer en cualquier ámbito. Aunque esto es motivo de enhorabuena hay una asignatura pendiente, y es superar esa presencia pasando el umbral de los 18 años. No sé muy el porqué, pasada esa edad la presencia femenina en un playground se esfuma y conforme pasan los años ya es sencillamente utópica. Los motivos los desconozco, mis teorías giran en torno a varios posibles: has de tener un grupo apto y que te acepte, la brecha de diferenciación física es ¿insalvable?, no está bien visto, tienen otras cosas mejores que hacer, etc. El caso es que hay cosas que no dejan de maravillarme, para bien o para mal. Usurpar ese territorio considerado masculino genera un “shock” de inicios y las respuestas varían. A lo largo de estos años me he ido encontrando distintos modus operandi, algunos de estos pasan por:
  • Aquél que se cree que eres un bulto inerte, pero que se mueve independientemente de tus aptitudes para el deporte en cuestión. Ej.: véase Rachel en este ilustrativo capítulo de Friends (además de todos los topicazos que refleja)
  • Él que te hace sentir Dios (o gilipollas, no está muy claro). Celebra tus canastas como si fuera aquella última de Michael Jordan con los Bulls que le daba su sexto anillo.
  • Cuanto más lejos mejor. A pesar de ser el baloncesto un deporte de “contacto” hay quien evita tocarte y mantiene una barrera de varios centímetros, cuando no metros.
  • También abundan los que se ponen en modo defensa off. Para qué te van a defender...
  • El sueño de cualquier jugador. Si entras a canasta se pita falta automática aunque no te haya tocado nadie. (Saludos a Will)
  • Están los que creen que te han matado si te golpean accidentalmente (Saludos a wruk)
  • Los que no saben que porque hagas un deporte masculino en tu forma de pensar y ser sigues siendo mujer, con sus cosas buenas y malas.
  • El depravado sexual. Antes de ser persona, eres un cuerpo con curvas. El typical macho cabrío español que pierde la fuerza por la boca, normalmente este ritual lo desarrollan dentro de la manada, supongo que para constatar que son auténticos machos ibéricos y no de imitación.
La verdad es que hay de todo, y en cierto modo, hay algunas que pueden ser comprensibles, sobre todo cuando te enfrentas con gente desconocida, la confianza va derribando barreras.

El deporte y la mujer es una incógnita que nunca podré resolver, no alcanzo a saber si es cuestión de educación, cultura, sociedad, estigmas, valoración personal, accesibilidad, etc. Para que me entiendan, yo lo que me pregunto es ¿por qué el Padel, tenis, etc. son usuales en el entorno femenino y el baloncesto, fútbol, etc. no lo son? Cuando me crispo hablando del tema (cuántos viajes no me les habré pegado con esta serenata) siempre acabo exponiendo mi teoría de “enseñar cacho”, y en una postura quizás injusta para la propia mujer, sostengo que el atuendo y la “feminidad” que se le presupone acaban decantando la balanza. Pero quiero creer que esto no es lo realmente importante. Sin duda alguna lo que más daño ha hecho a la presencia femenina en determinados deportes es la etiqueta de “marimacho” que arrastramos desde épocas prehistóricas. El sexo femenino tiene la gran suerte (nótese el tono irónico) de además de tener que ser buenas profesionales, esposas, amigas, deportistas, personas, etc. también debemos ser delgadas y guapas (Sociedad dixit). Si no tienes la suerte de que la madre naturaleza te haya concedido una cara angelical y dulce o una belleza sin igual, mal asunto el de ponerte a sudar, avisadas quedáis. Vamos, que no es lo mismo ser Tamara Abalde que Betty Cebrián. En esta línea hay un personaje público que siempre me ha llamado mucho la atención. Durante su esta profesional Arantxa Sánchez Vicario siempre estuvo marcada por este estigma (que como encima no se te conozca varón, ya se sabe en qué deriva la cosa) tras su retirada de las pistas de tenis su imagen cambió y se empeñó en resaltar su “feminidad”, relacionarse con las moda y otros saraos varios. Dicen que siempre vivió con esa espina clavada y lo intentó cambiar, de hecho creo que lo ha conseguido. Con toda esta teoría de la imagen entramos en otro punto sobre cual, he de reconocer que tengo opiniones contrapuestas. La creciente tendencia a resaltar que eres mujer, y femenina, cuando haces deporte (pintarse, pendientes, joyas, abalorios, peinados, ropas, etc.). Por una parte, me parece una absurdez y poco práctico pintarte para jugar, e igual de absurdo me parece que la feminidad de una persona radique en el color de sus uñas, por poner un ejemplo. Simplemente, me parece fuera de contexto. Por mucho que a alguien le gusten los tacones o las medias de lycra de leopardo no creo que tuviera cabida en ninguna pista. Dicho lo cual, sí es cierto que por otra parte, algunos comportamientos más comedidos tienen su razón de ser. Supongo que la virtud sigue estando en el centro y no es lo extremos, no sé. De todas formas, por todos es sabidos que no hay peor machismo que el que viene de tu igual, cuando las mujeres seamos menos malas para con nosotras mismas seguiremos dando pasos al frente. La igualdad no se basa en poder fumar y beber tanto como un hombre, ni que el hombre sea tan esclavo de la imagen como lo es la mujer, sino en algo mucho más simple a la par que complicado. Vivir sin complejos o superarlos no es tan fácil como nos gustaría, y poner en práctica eso de “a quien no le guste que no mire” es, si cabe, más complicado. Me alegra ver que algo ha cambiado en nuestra ciudad (en otras el tema es distinto); ojalá en el futuro, cuando cuelgue las botas, tenga que mirar con envidia sana una realidad presente. P.D.: Qué daño han hecho las princesas Disney a la sociedad.

miércoles, 21 de julio de 2010

“Bonus track”

Confucio dixit:

"Dime y olvidaré, muéstrame y podría recordar, involúcrame y entenderé(aprenderé)."

En primer lugar pedir disculpas por el descuelgue de las últimas entradas, pero primero se rompió el blog y luego el ordenador. Dicho lo cual he de mostrar públicamente mi disconformidad absoluta con el castigo, a pesar de que hubo un intento de benevolencia. Hasta la fecha sigo creyendo que cumplí fidedignamente lo que me dio tiempo, recuerdo perfectamente las clausulas del contrato pues yo misma las reescribí. No hay error de interpretación, y en el caso de existir, tanto sería de interpretación como de redacción. Ante un contrato todo debe estar perfectamente claro para que no haya “vacíos legales” a los que acogerse. He de confesar mi decepción por su forma de negociación, de lo que cada cual es muy libre, obviamente. Sobretodo porque consciente o inconscientemente ejecutó la “ley del embudo” intentando subsanarlo en las últimas semanas. Pero ciertamente, a la larga creo que me ha salido rentable, pues el bochorno pasado a lo largo de estos días (que ya ha sido considerable) ha sido ínfimo al que hubiera padecido en el caso de haber intentado “escribir” un cuento, lo confieso. No obstante, tenía toda mi voluntad y fuerza puesto en ello, pese a las carencias. Usted eligió.

Para concluir, la otra parte positiva es que a pesar de que dudo usted haya descubierto algo nuevo, al menos algo parece haberse entretenido. Sin embargo, yo he aprendido mucho más. Curioso.

El mensaje es sin acritud, desde la sinceridad y el cariño.

Un Saludo.

martes, 20 de julio de 2010

21/21 ---> A mi burro, a mi burro le duele la cabeza…

Para terminar vamos a descubrir que es un Arnold Chiari, la verdad es que no es muy curioso ni interesante que se diga, pero tras unos cuantos días con dolor de cabeza cómo no íbamos a sucumbir al protagonismo que reclamaba insidiosamente.

Se trata de una de las tres malformaciones congénitas que adolezco (sí, especialista que visito malformación que me saca, así que ya no vuelvo a ninguno). Digamos que se trata de un defecto en lo que sería el desarrollo normal de la anatomía humana cuya causa no tiene explicación certera. Se localiza en la zona occipital del cerebro en su unión con la médula, meninges y columna, éste se saldría de su lugar correspondiente ocupando espacio que no le pertenece. Es un síntoma asociado a espina bífida e Hidrocefalia debido a la imposibilidad de circulación adecuada del líquido cefalorraquídeo es ciertos casos. Según el nivel de afectación se clasifica en grados el tipo I (el de servidora) puede ser asintomático y no enterarte en la vida de que lo tienes, en caso de hacer acto de presencia suele hacerlo en edad adolescente/adulta y se caracteriza por cefaleas. El tratamiento es analgésico como cualquier otro dolor o en caso más graves la intervención quirúrgica.

martes, 13 de julio de 2010

20/21 ---> Con las parabólicas puestas

Sin saber cómo, ni cuándo he roto mi rinconcito vamos a intentar acabar con esto como buenamente se pueda antes de que se autodestruya, vamos a por la veintena. La madre de todas las funciones cognitivas es la atención, sin atención se merman cuando no imposibilitan el resto de funciones. Es muy conocida por todos por que su uso es constante, con facilidad solemos reprochar a alguien que no nos presta atención. Quizás esto no tenga lugar en un lenguaje neurocientífico como tal, pero al fin y al cabo la función es básicamente la misma. Sabemos por experiencia que la atención tiene un tiempo limitado de actuación, que se “cansa” con frecuencia, que según el nivel de interés nuestra capacidad varía, etc. Nuestra atención es selectiva, no percibimos todos los estímulos que se producen en nuestro entorno, automáticamente inhibimos aquellos que consideramos prescindibles focalizando nuestra atención hacia otros. El nivel de atención oscila en función de si la actividad es común y conocida en cuyo caso opera de forma automática y la demanda será baja o si por el contrario actúa de forma consciente la demanda será mucho más alta. La primera tarea cotidiana y que en principio tiene baja demanda puede verse condicionada por factores externos como ruido, en cuyo caso habrá que enfatizar nuestro esfuerzo. Distinguimos entre varios tipos de atención como son la atención sostenida, selectiva, alternante, etc. En nuestras vidas cotidianas estamos constantemente trabajando la atención, hasta límites insospechados e incluso de manera inconsciente. Hay un ejemplo curioso que se conoce como “fenómeno cóctel”; se describe como la situación que se da cuando en una reunión concurrida se generan varios corrillos de personas hablando, nuestra atención parece estar en uno del cual participamos, pero podemos responder ante estímulos de los otros. Muy habitualmente tiene lugar si alguien pronuncia nuestro nombre. Sí, es entonces cuando se nos encienden las parabólicas. Nuestra atención va captando lo que le conviene. He aquí un documento visual muy ilustrativo que supongo ya conocerán, pero por si hay algún despistado aquí lo tiene, se trata de un ejercicio practico. Desarrollo: En este video verán dos equipos, unos van vestidos de color blanco y otros de color negro. Lo que va a ocurrir es que ambos se intercalaran y rotarán a la par que se pasan una pelota de unos a otro. El objetivo es contar el número de veces que los jugadores se pasan el balón. MUY IMPORTANTE: Solo hay que contar los pases del equipo blanco. Venga, esperen que se cargue el video entero y denle al play..... ¿¿Cuántos pases dieron?? Yo tengo la solución correcta si alguien la desea.

viernes, 9 de julio de 2010

19/21---> Mejor no pasar a la historia

Conocemos muchas cosas, pero poco sabemos de cómo hemos llegado a saberlas. Si en la entada anterior descubríamos las maravillas que obra nuestro lóbulo frontal en esta vamos a incurrir en una de las desgracias, que como tantas otras, ha hecho avanzar a la ciencia pues gracias a ella se ha podido perfilar y definir las funciones de parte del cerebro humano.

Este es una caso que refleja porque a veces es mejor no pasar a la historia. Se trata de Phineas Gage, fue un obrero de construcciones ferroviarias y durante el desempeño de su trabajo en 1848 sufrió un terrible accidente que hizo cambiar su vida y el de las neurociencias. Mientras manipulaba una barra de acero se produjo una detonación inesperada a consecuencia de la cual la barra le atravesó el cráneo sesgándoles estructuras cerebrales. Sin embargo, sobrevivió.

Tras el accidente y las pertinentes intervenciones Phineas nunca volvió a ser la misma persona, cambió por completo. Su personalidad ya no era la misma, pasó de ser un hombre responsable y ejemplar a alguien tosco, impertinente, con nula capacidad de previsión de acciones y responsabilidades de las mismas, etc..

Entorno a este suceso se estudió en su momento y a posteriori la implicación de las estructuras dañadas en las funciones cognitivas específicas. Era una evidencia científica, más allá de postulados teóricos.

Quizás esta historia les haya recordado vagamente al argumento de “A propósito de Henry”, un déspota abogado que tras un incidente que le ocasiona daño cerebral sufre una amnesia retrógrada y tiene que reentrenar sus actividades de la vida diaria, instrumentales, función cognitiva, etc.. Tras el accidente, el abogada cambia por completo su forma de actuar, en este caso “para bien”.

jueves, 8 de julio de 2010

18/21 ---> Ricky Rubio vive en mi cabeza, y en la tuya también.

Un equipo de baloncesto que se precie no puede carecer de un buen director de juego, la calidad de un base puede condicionar la del equipo y sus aspiraciones. Lo mismo ocurre en nuestras cabezas, el cerebro es una compleja red de estructuras que basa gran parte de su organización en el lóbulo frontal, el director por excelencia o nuestro Ricky Rubio, Chichi Creus, etc. Las cualidades funcionales de éste conformarán gran parte de nuestro ser, es decir; no es lo mismo que tu base sea Ricky Rubio que Carles Marco (sin acritud).

El lóbulo frontal y la llamada corteza prefrontal está directamente relacionado con las llamadas funciones ejecutivas, nuestra especialización como ser humano, dichas funciones comprenden distintas habilidades cognitivas que, aunque se muestran por separado, en la realidad práctica son difícilmente discernibles porque se condicionan mutuamente. Brevemente, las FFEE y prefrontales estarían compuestas por :

Planificación, secuenciación: definir un plan, elaborar y desarrollar las pautas necesarias para llevarlo a cabo y que éstas tengan una correcta secuenciación temporal. También podríamos incluir aquí la jerarquización de actividades, nuestra capacidad para decantarse por un plan u otro en función del criterio personal y básico para la planificación del día a día.

Control de la inhibición: supone rechazar estímulos iniciales con el fin de ser adaptativos inhibiendo aquellas conductas inapropiadas, digamos que es un control de la impulsividad. Basado en esto aparecen ejercicios muy típicos llamados stroop, el más clásico quizás se este en el que hay que inhibir el impulso lector (al que tendemos todos los alfabetizados) para decir decir de qué color están pintadas las palabras

ROJO AMARILLO VERDE NEGRO ROJO

AZUL VERDE ROJO VERDE AMARILLO

NEGRO AZUL AMARILLO ROJO VERDE

Flexibilidad cognitiva: su nombre nos lo indica, es la capacidad que tendríamos para variar un plan preestablecido que por cualquier circunstancia se ve truncado. Es ser capaz de dar soluciones a situaciones dispares.

Ej.: voy a trabajar en coche y me encuentro una calle cortada.

La flexibilidad cognitiva atañe muchos aspectos, puede ser conductual, cognitiva, perceptiva… ésta última también nos resulta muy familiar gracias a famosas láminas como esta

Monitorización: nuestra capacidad para recabar información y poder establecer el desempeño de la actividad así como para comprobar el resultado final de la ejecución es correcto.

Otros aspectos relacionados:

  • Razonamiento o lógica
  • Memoria de trabajo
  • Atención
  • Abstracción
  • Evocación categorial
  • Emociones

Las funciones ejecutivas son el alma de nuestro día a día, y sin llegar a ser patológicos muchos tenemos carencias en ellas, véase yo misma, aunque tengo mis dudas de que no sea patológico.

Por último y como curiosidad hay quien ha visto en “La Creación de Adán” de Miguel Ángel una representación del perfil del cerebro donde la mano de Dios saldría desde la corteza prefrontal. Hay que reconocer que su parecido tiene.

miércoles, 7 de julio de 2010

17/21 ---> La bufanda que no falte.

De antemano aviso que esta no pasará a la historia por ser la mejor explicación del mundo aunque puede que por lo contrario tenga sus opciones.

En tiempos difíciles es bueno tener capacidad resolutiva, ya saben que hombre precavido vale por dos. Con esta lógica aplastante vamos a adquirir algunas nociones sobre cómo hacer punto, no vaya a ser que llegue el día que no tengamos ni para jerseys...

Lo primero es lo primero, acérquense a los chinos más cercanos (para enredar no necesitamos gran calidad) y compren unas agujas de punto y un poco de lana (Sí, sí, en medio de estas calores...). Lo primero que necesitamos saber es que ambas cosas van por tamaño, podrán ser más o menos gruesas, lo fundamental es que estén proporcionadas; si compro agujas gruesas (se clasifican por número) la lana ha de ser coherente con éstas. Cuanto más fino más complicado y lento, yo recomiendo un grosor medio-alto.

¿Cómo tejer? Jeje, vamos a ello…

Partimos de que tenemos dos agujas, las buenas maneras dicen que hemos de colocarlas bajo los brazos y habrá una “móvil” y otra fija, que variaran en función de la dominancia del sujeto. Una vez que ya sabemos como posicionarnos antes tenemos que “echar los puntos” cuya cantidad dependerá de lo que queramos hacer y su ancho. Como sólo queremos iniciarnos vamos a echar poquitos para soltarnos en la materia. El primer problema nos lo topamos ya, pues yo no sé echar los puntos correctamente por más que me lo han explicado, sin embargo; he desarrollado una versión chapucera que da vergüenza. Igualmente, os la muestro para que veáis cómo NO se hacen las cosas.

Coges el extremo de la lana te lo lías en el dedo como si lo fueras a estrangularlo (una sola vuelta) y los vas pasando de uno en uno a la aguja hasta completar los deseados. Importantísimo no apretar mucho. Una vez completado el primer paso observaremos una aguja vacía y otra con los puntos y habrá que operar de la siguiente forma…

  • Con la aguja vacía situada en la mano derecha pinchamos el punto más cercano al extremo superior de la aguja, su ligera punta nos lo facilitará. El punto debe quedar ahora atrapado por las dos agujas.
  • Sobre la aguja derecha rodeamos con el hilo de lana que tenemos colgando de la parte posterior a la anterior.
  • Tras esto sacamos la aguja derecha por el medio del punto y finalmente lo dejamos escapar de la aguja izquierda (también en sentido posteroanterior). Seguiremos así hasta completar todos los puntos.
  • Una vez completados tendremos ubicados todos los puntos en la parte derecha
  • Para continuar intercambiamos las agujas de mano (izq por drch.) y vuelta a empezar. Así hasta alcanzar el largo deseado.

Es importante tratar de aplicar siempre la misma fuerza porque sino no quedará uniforme. Igualmente maniobraremos con cuidado para que no se “escape” ningún punto antes de tiempo y nos queden agujerillos o tamaños desiguales.

Esta forma descrita es el “punto del derecho” con que aprendan ustedes el “revés” tendrán más conocimientos de los imaginables y combinando ambos podrán hacer hasta elástico.

¿Cómo se os ha quedado el cuerpo?

A sabiendas de que esto, se leyera por donde se leyera, era indescifrable barajé la idea de grabar la acción, pero a) ni el modelo iba a ser el mejor para aprender y b) seguro que alguien lo habría hecho por mí. Y así es, navegando por la red tenemos un video demostrativo de cómo hacer bien las cosas por lo que recomiendo que olviden todo lo anterior, si es que han tenido la paciencia de leerlo, y se queden con la buena praxis.

Montar puntos

Desarrollo

Espero que me presenten sus trabajos.

Fin de la entrada más “choni” que ha concebido este blog.

tejer