miércoles, 22 de octubre de 2008

¿Y tú de quién eres?

Mientras pensaba el otro día acabé recordando mis tiempos de estudiante de T.O. (porque me da la sensación que nunca dejaré de ser estudiante). Recordé con gracia una de las magistrales clases de psiquiatría, una de las pocas que por desgracia puedo decir que hayan merecido la pena. Nos explicaba los trastornos de la personalidad y conforme avanzaba su explicación el murmullo y nuestras caras de espanto también avanzaban. Percatado de aquello el hombrecillo, cuyo nombre soy incapaz de recordar, nos tranquilizó amablemente diciendo que lo normal era que nos encuadrásemos como mínimo en uno de aquellos patrones; al fin y al cabo sólo son un conjunto de rasgos de personalidad. Así que he sacado del baúl de los recuerdos mis apuntes, los he desempolvado… y aquí va un “copia y pega” con someras características de algunos de estos trastornos. TRASTORNOS ANSIOSO (evitación o fobia social) El concepto de sí mismo es que son personas incompetentes, ineptas y se sienten inferiores a los demás. Tienden a evitar situaciones desagradables, situaciones en las que puedan ser examinados. Abundará la tristeza y la ansiedad. Se sienten cómodos con el hábito y la rutina., prefieren lo conocido a lo desconocido, tienden a ser caseros, autoconscientes y temerosos, muy discretos y precavidos en el trato con los demás. Suelen mantenerse reservados, con una actitud de autocontención ante los demás. Sienten miedo a quedar en evidencia por sonrojarse, gritar o mostrar signos de ansiedad ante otras personas. TRASTORNO PARANOIDE Se sienten maltratados por lo demás a los que ven como seres manipuladores y mentirosos, que sólo tratan de obstaculizarlos. Consideran que si las personas actúan amablemente es porque les quieren utilizar y si son distantes es que son hostiles. Se dicen a sí mismos que no hay que confiar en nadie, hay que estar en guardia, buscar motivos ocultos y que no se deben dejar engañar. En ellos abundará el sentimiento de irritabilidad, ira y rencor; nunca olvidan una crítica. Son personas aparentemente frías, testarudas y críticas. TRASTORNO ESQUIZOIDE Se consideran autosuficientes, prefieren las actividades en solitario puesto que consideran a los demás como intrometidos. Consideran las relaciones con los demás como coartadoras de su libertad, piensan que si se acercan mucho a los demás les harán daño. Se dicen a sí mismos que no se deben comprometer, que hay que mantener las distancias. Tienen una expresión fría y dificultad para expresar los sentimientos. TRASTORNO HISTRIÓNICO Se ven como seres grandiosos, encantadores y merecedores de atención; mientras logran mantener la atención de los de más los ven bien. Consideran que para ser felices necesita que los admiren porque en el fondo carecen de atractivo. Se dicen a sí mismo que deben ser divertidos y deben expresar sus sentimientos con magnitud. Tienen un comportamiento seductor y provocador, necesitan ser el centro de atención, tienen tendencia a la teatralidad, manifestar de forma exagerada sus sentimientos, son autosugestiobales y consideran sus relaciones con los demás más íntimas de lo que ciertamente son. TRASTORNO ANANCÁSTICO Se ven como responsables de sí mismo y de los demás, pero también como ineptos y desvalidos. Consideran que si no hay organización todo se derrumbará, si no se esfuerzan al máximo fracasarán. Piensan que todo lo tienen que hacerlos ellos, tienen que tener el control, hay que hacer las cosas a su manera y criticar a las personas para evitar problemas en el futuro. Tienen un comportamiento muy perfeccionista, con muchas normas inflexibles y con frecuencia sienten culpa y/o decepción. TRASTORNO DEPENDIENTE Se ven como personas necesitadas e incompetentes, suelen acercarse a alguien para que ejerza de cuidador y les de seguridad. Consideran que necesitan a otra persona para poder vivir, creen que si no son amadas estarán solas y no serán felices. Si les abandona su cuidador piensan que morirán, por ello son sumisos a él. Siempre tratan de agradar y apaciguar al cuidador, se muestran con un carácter ansioso ante cualquier disputa con el cuidador. Además se caracterizan por ser pasivos, son los otros quienes deben de tomar la iniciativa. Y esto es todo... a estas alturas supongo que ya habréis puesto cara a cada uno de los epigrafes, mira que sois malos. Para los que aún no se hayan dado cuenta(que serán pocos) yo soy Trastorno Ansioso principalmente, aunque tengo de todo un poco para qué privarnos.
No hace falta que diga que esto llevado a límites patológicos es una enfermedad como otra cualquiera que debe ser abordada con seriedad.

lunes, 13 de octubre de 2008

Confidencias antes de dormir

Un ratito antes de dormir... La mayoría de las veces con el cansancio acumulado de un día largo llega el feliz momento de meterse en la cama arropadito y luchando contra el frío que por estas fechas nos empieza a saludar. Es en este momento en el que cada cual esperamos de la mejor forma posible que la fuerza de la gravedad finalmente venza a nuetros párpados y nuestra conciencia se disipe en algún sueño improvisado, quizás sea leyendo un libro, escuchando la radio, o tal vez viendo la tele... Pero mi especialidad es sin duda alguna, darle vueltas a la cabeza. Por ello y por el título del blog esta primera entrada inagural va de dicada a quien más me conoce, y me ha acompañado siempre en esos momentos de divagación, porque yo no me voy a consultar con la almohada sino con Clinton. Hace o hará, mejor dicho, 16 años (3-Noviembre-1992) Bill Clinton salía elegido presidente de los Estados Unidos, al día sigiente la que aquí escribe cumplía 7 años (anda que no ha llovido!). Aquel 4 de noviembre cuando me despertaba me encontraba con un regalo de mi padre, era un perro de peluche, presumiblemente un pastor alemán en color negro y canela, con los ojos marrones y la lengua fuera. En un arrebato de originalidad mi padre lo bautizó como Clinton, que yo pues lógicamente no tenía ni idea quien era. Desde entonces hasta hoy me acompañado siempre cada noche, antes en solitario y con el paso de los años se han incorporado refuerzos (es lógico a más años más cosas en las que pensar, además no es que los perros cumplen 6 años por cada año nuestro de vida, pues imaginaros los que tiene Clinton). Este es mi más sentido homenaje para él, que por cierto es mucho más puro de espíritu y alma que su mentor americano. Él me ha acompañado siempre en las alegrías y las tristezas, siempre fiel. El pobre ha sufrido por mí, recuerdo cuando de joven me negaba a dar besos antes de irme a dormir (cosas de la edad no me preguntéis) me lo secuestraban para pedir el oportuno rescate a cambio. En fin... gracias por acompañarme, gracias por ocupar un sitio en mi cama. Quizás de aquí a menos de un mes tengamos un pequeño Obama en la cama, quién sabe xD