miércoles, 27 de mayo de 2009

Feliz Cumpleaños

(Antes de leer esta entrada haz unos ejercicios de calentamiento faciales porque van a caer unas cuantas caras de circunstancias) Bueno, bueno parece que nos hacemos mayores aunque ahora mismo no te estés dando cuenta porque vivirás en la feria cual colegial, pero cuando pase esta semana lo sentirás. He meditado mucho a sabiendas de nuestras "tiranteces" (las tetonas no han ayudado mucho a que nuestra "relación" sea cordial)a la hora de redactar esta humilde nota. Y no solo eso, he meditado mucho acerca de que regalo hacer pues con toda mi ilusión el año pasado te regalé una receta de tarta de queso y no le has hecho ni caso, solo te comes las que yo hago. Así creo que al fin he encontrado justo lo que buscaba, ahí va. Que lo disfrute (sin acritud). Pues nada amigo que pase muy feliz día entre camellos, churros, cacharritos y casetas que yo por mi parte le deseo lo mejor para este nuevo año. Ahora ya viene la canción dedicatoria seria, como me niego a poner el canto del loco y no quedaba la banda sonora de las películas de Kevin Costner xDD. Finalmente me decanté por esta, me gusta más otra de las míticas pero muy depresiva para la ocasión. Espero acertar. *Se da potestad al afectado de esta publicación para solicitar la anulación de fotos / material audiovisual, comentarios o el documento entero con total libertad sin que tenga connotaciones negativas. Si en un tiempo prudente no hay alegaciones esta cláusula desaparecerá de la entrada.

domingo, 24 de mayo de 2009

Feliz Cumpleaños

Érase una vez que se era un joven muchacho que decidió acudir al pabellón municipal (Sí, el ahora bautizado como Serrano Macayo) a jugar con unos desconocidos. El acontecimiento tuvo lugar tal día como un 11 de Octubre del 2002, con un escueto mensaje pero clarificador, el día previo confirmaba su presencia en las instalaciones.
Quién nos diría a nosotros en aquél entonces cuando aún no peinábamos canas y éramos unos jóvenes imberbes que años después seguiríamos con nuestras pachangas y otros menesteres variados (dicho así cualquiera diría que hayan pasado 2 siglos)
Han pasado ya casi 7 años de aquel momento y desde entonces mucho ha pasado (o quizás no tanto, no lo tengo muy claro).Sea como fuere de por medio aparecieron los ojos de zorro, los hombres con cuchillo, las caminatas al pabellón y de camino a casa, las viciadas a la N-64, a la gamecube, a la wii, las timbas, el reciente carcassonne, los viajes al lusiberia, visitas a las aguas heladas del jerte con perros ladradores y tocanarices, las chocolatadas, los montaitos, las hamburguesas gigantes, las pancartas, los diversos viajes a Burgos, nuevas y sobresalientes incorporaciones al mundo friki y un sin fin de buenos momentos que me dejo por ahí.
Por ello y por un día especial he aquí mi felicitación para usted, Feliz Cumpleaños y feliz cambio de dígitos. Ah bueno, y cómo no, Feliz cumpleaños para el pequeño Zorrín; espero que este no esté desaparecido en combate como otros. Aunque si el zorro estuviera y la oveja no daría que pensar...
Como despedida la pertinente canción dedicatoria, su elección tiene una lógica espero que le traiga buenos recuerdos.

sábado, 23 de mayo de 2009

Dulce introducción al caos

Se rompió la cadena que ataba el reloj a las horas
se paró el aguacero ahora somos flotando dos gotas
agarrado un momento a la cola del viento me siento mejor
me olvidé de poner en el suelo los pies y me siento mejor, ¡VOLAR, VOLAR!

Venga y ahora a ver quien es el primero en traducir la portada del disco escrita en nuestra madre lengua, pero no vale utilizar google, wikipedias ni nada de eso. Tiene que ser a la vieja usanza, como diría el Padre ....., (vaya no recuerdo el nombre) el hombrillo que nos daba latín en el cole "Analizando y traduciendo" con lo que disfrutaba él con Macus Tullius Cicero.

lunes, 18 de mayo de 2009

Desde los afectos, Mario Benedetti (D.E.P)

¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo ? Que uno sólo tiene que buscarlo y dárselo, Que nadie establece normas salvo la vida, Que la vida sin ciertas normas pierde forma, Que la forma no se pierde con abrirnos, Que abrirnos no es amar indiscriminadamente, Que no está prohibido amar, Que también se puede odiar, Que el odio y el amor son afectos Que la agresión porque sí hiere mucho, Que las heridas se cierran, Que las puertas no deben cerrarse, Que la mayor puerta es el afecto, Que los afectos nos definen, Que definirse no es remar contra la corriente, Que no cuanto más fuerte se hace el trazo más se dibuja, Que buscar un equilibrio no implica ser tibio, Que negar palabras implica abrir distancias, Que encontrarse es muy hermoso, Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida, Que la vida parte del sexo, Que el "por qué" de los niños tiene un porque, Que querer saber de alguien no es sólo curiosidad, Que querer saber todo de todos es curiosidad malsana, Que nunca está de más agradecer, Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo, Que nadie quiere estar solo, Que para no estar solo hay que dar, Que para dar debimos recibir antes, Que para que nos den hay que saber también cómo pedir, Que saber pedir no es regalarse, Que regalarse es, en definitiva, no quererse, Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos, Que para que alguien "sea" hay que ayudarlo, Que ayudar es poder alentar y apoyar, Que adular no es ayudar, Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara, Que las cosas cara a cara son honestas, Que nadie es honesto porque no roba, Que el que roba no es ladrón por placer, Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo, Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte, Que se puede estar muerto en vida, Que se siente con el cuerpo y la mente, Que con los oídos se escucha, Que cuesta ser sensible y no herirse, Que herirse no es desangrarse, Que para no ser heridos levantamos muros, Que sería mejor construir puentes, Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve, Que volver no implica retroceder, Que retroceder también puede ser avanzar, Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol, ¿ Cómo hacerte saber que nadie establece normas salvo la vida ?

viernes, 8 de mayo de 2009

Burgosfera (III y Última parte)

La luz de un nuevo día resplandecía por las ventanas y mientras algunos se iban a desayunar otros echaban quinielas, para terminar todos en una céntrica plaza con forma poligonal. Desde allí partiría la exploración turística que, como no podía ser de otra forma, cobraría sentido con la intensa visita a los interiores de la majestuosa Catedral Burgalesa; aunque el pobre will se tuvo que marchar defraudado por no poder el video explicativo sobre la construcción de la misma. Tras esta visita obligada seguimos paseando por las calles del casco histórico y las más representativas mirando los tenderetes de productos propios de la tierra en busca de las morcillas perfectas, entre paseo y paseo pudimos ver y fotografiarnos con un valiente peregrino que con su concha viajaba a Santiago sin temor alguno a las gélidas temperaturas. Pronto el rugir de nuestras tripas anunciaban la llegada de la hora de comer por ello regresamos al hotel caminando por el bello paseo del espolón y la rivera del Arlanzón. Una vez allí nos reencontramos con Son y señora para terminar todos en busca de un sitio decentillo en el que poder reponer fuerzas, sentados por fin en la semana los platos de comida calmaban la hambruna mientras will queriendo ser dudosamente amable recordaba a quien había que darle las sobras de la comida. Con la panza llena volvimos a nuestros aposentos no sin antes hacernos con las suficientes provisiones de agua para la cada vez más cercana pachanga, así de precavidos regresamos al hotel las horas previas a ese momento culminante del viaje que cada uno invirtió en concentrarse de la mejor manera posible que pudo y supo como así lo demuestra la foto de Jugoncita. A las no sé cuales horas de la tarde (que si joer, que sí, que la próxima vez lo hago más pronto y me acuerdo de las horas) ataviados con las ropas propias del que va a jugar a Basket nos montamos en el coche para ir hasta el “pabellón” Mariano Gaspar, tras especular con todo los edificios grandes y con forma o presunta forma de pabellón que veíamos finalmente atisbamos una nave, con no muy buena pinta como para jugar en invierno, que resultaría ser el verdadero. Allí dentro iniciamos nuestro calentamiento mientras tanteábamos las canastas, poco a poco nuestros rivales hacían acto de presencia así hasta esta estar todos. Instantes antes de iniciar la pachanga en una acto espontáneo por ambas partes los capitanes se intercambiaron el banderín de cada club, además lo Burgaleses nos obsequiaron con un pin y una bufanda todo ello pasará a la posteridad en la foto de familia.
Bueno, sin más parafernalia de por medio el momento de saltar a pista había llegado wrukvanoic daba el cinco titular y diseñaba la estrategia en su pizarra, en la mesa un burgalés lesionado llevaba la anotación y el equipo rival se conjuraba para luchar contra las torres visitantes. El partido no tuvo historia, salvo el achuchón inicial de los locales inspirados desde más allá de 6’25 junto con la ansiedad de los visitantes les hizo dueño del marcador durante el primer cuarto, pero sólo sería un espejismo que de desvanecería por completo en el tiempo restante hasta el final. El domino de iron bajo los tableros, la garra de wrukvanovic, los brincos de Nipón Ichi, la polivalencia de Son, la visión de juego y generosidad del comunitario djfruco, el tiro exterior y la aguerrida defensa de Gunmancito así como las imprevisibles penetraciones de Will catapultaron a los extremeños hacia la victoria. Punto y final a la pachanga tras el pertinente aseo fuimos a cenar a un restaurante/sidrería de unos vascos en un pueblo a cinco kilómetros de Burgos cuyo nombre, a pesar de las veces que nos lo repitieron, no sé cual es. Para poder llegar hasta aquél extraño lugar necesitábamos un guía que como siempre fue nuestro dj favorito (aunque no sabemos que fue mejor si el remedio o la enfermedad xD), salimos del Hotel y fuimos siguiendo la estela de fruco para poder cenar, pero la cosa se fue poniendo fea. Pasaron los 5 kilómetros a los que estimábamos estaba el pueblo y no había nada más que una carretera secundaria totalmente oscura. Pasaron otros 5 kilómetros más y unas incipientes casas se veían, por lo cual pensábamos que estábamos salvados; pero nada más lejos de la realidad nuestro guía las pasaba de largo. Taitantos kilómetros después por una oscurísima carretera en la que no Te cruzabas con ningún coche y sólo había campo alrededor empezamos a temer por nuestra supervivencia, más cuando nuestro guía se metió con un brusco giro en un apeadero y detuvo el coche. Ya pensábamos que habíamos llegado al fin de nuestros días. Pero no, obviamente estábamos perdidos, así que tras unas cuantas pesquisas y deshacer parte del camino andado dimos con la sidrería. La verdad es que las dificultades para llegar merecieron la pena, pues unas morcillas de la tierra con unos chorizos del infierno aderezados con torta del casar que aportamos los viajeros hicieron las delicias de los comensales para abrir boca, y como plato fuerte unos espectaculares chuletones que incluían piedra ardiendo esperaban a los más hambrientos. Y pensar que por lo visto había un mito que decía que de Madrid pa’ abajo no se come… totalmente tirado por tierra.
Allí el que más y el que menos pasaba el rato entre conversaciones variadas, unos explicando que sólo les gustaba el ron a pesar de sumergir la tarta de whisky en whisky , otros con pachangas, baloncesto…de todo un poco, todo ello con una temperatura aproxima de 40º otra vez. Al término de la misma unos regresaron al hotel a descansar y a otros les dio el cuerpo para más y se fueron de copas, pero nuestras fuentes se quedan aquí. En la mañana del domingo los jóvenes viajeros recogieron sus enseres que en el caso de algunos como Jugoncita duplicó el tamaño de la maleta a base de guardarse todo los amenities del cuarto de baño que tanto le fascinaron, caramelos, bombones, libretas, bolígrafos, etc. todo cortesía del hotel. Así es normal que su habitación ahora pueda ser transformada en una “habitación silken”.
Y con esto y un bizcocho tras pagar religiosamente el hotel, retornamos a la autovía de la plata que nos llevaría de vuelta a casa. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Conclusiones:
*Gracias a todos los que formaron parte de este viaje en alguna medida
*Gracias por si hay algún valiente que haya leído la trilogía xD o alguna de sus partes.
*El Frío en Burgos es un mito
Si alguien no quiere aparecer en alguno de los tres relatos por nombre o foto que lo haga saber.

Bugosfera (II Parte)

Lo prometido es deuda...
Llegado el día en cuestión nos apresuramos en salir de los respectivos trabajos para ir hasta el punto concretado para acabar de llenar los coches que partían en peligro de reventón, entre mantas polares, abrigos, comida para supervivencia en caso de aislamiento, bombos… no daban abasto.
Todo listo pusimos rumbo a la A-66 dirección Salamanca ambos conches interconectados por walkitalkis, ya sólo 400 y pico Km. nos separaban de nuestro destino. El viaje se preveía tranquilo, apenas había tráfico, únicamente el viento se tornaba como compañero de ruta obligando a los prudentes conductores a ejercitar sus bíceps.
El primer destino marcado en el mapa (bueno, en el GPS) sería cuatrocalzadas (Salamanca), jugosos bocadillos de jamón ibérico y queso nos esperaban allí. Mientras dábamos caza a nuestro primer objetivo el tiempo se esfumaba a lo largo de la Vía de la Plata entre variopintas conversaciones que amenizaban la velada. Jugoncita se admiró (una vez que pasó la fase de “que miedo me da este tío”) de la portentosa atención dividida de Wrukvanovic sólo apta para mentes privilegiadas, así como su interminable palique (unos tanto y otros tan poco…). Nos llevaba a su antojo por el asfalto, a la par que por tertulias de lo más variadas (que si trabajo, estudios, baloncesto, despedidas de solteros…) era capaz de controlar a nuestro lazarillo guiador, adelantar, hablar, gesticular, e incluso mirarte… Nada se le resistía. Así que en un abrir y cerrar de ojos nuestras hambrientos estómagos se plantaron en cuatrocalzadas, lugar en el que Will aprovechó para perpetuar sus costumbres y entablar relaciones con la camarera. Algo menos de media hora invertimos en comer y los viajeros regresamos con presura a los bólidos para poner dirección Valladolid, en una hora y pico estábamos dejando la ciudad Pucelana a nuestra derecha. Poco a poco la tarde se mecía y cedía terreno a la noche, de la misma forma cada vez acariciábamos más cerca nuestro destino. Un breve paso por la provincia de Zamora era seguido de la entrada en la provincia de Burgos donde amablemente la DGT nos avisaba del riesgo de nieve (me río yo), todos estos factores hicieron que levemente tomaros conciencia de la magnitud de nuestro viaje. Por fin a lo lejos, el resplandor de una gran urbe nos indicaba que habíamos llegado, así que decididos abandonamos la autovía y nos vimos plenamente inmersos en la Burgosfera; no sin antes hacer unas cuantas maniobras de dudosa reputación con el coche. Con ese gusanillo mezcla de ilusión y satisfacción circulábamos por las desconocidas calles de la ciudad del Cid, los pasajeros comenzábamos a soltar en pequeñas dosis la adrenalina retenida mucho tiempo, las primeras impresiones eran intercambiadas vía walktalking donde se colaban estridentes interferencias provocadas por el móvil de Nipón Ichi. Sin duda alguna lo más llamativo era ver como a pesar de estar en el norte eran las 7 de la tarde y las tiendas estaban abiertas es más, hasta había gente en las calles. Tras el pertinente callejeo del que no conoce, a nuestra izquierda en paralelo a las aguas del río Arlanzón se ubicaba nuestra colosal madriguera.
Allá bajamos del coche una representación de los viajeros en busca de nuestras habitaciones y de descubrir donde se escondía el garaje, tras un breve contacto con la temida temperatura lugareña entramos en el hotel donde una perspicaz recepcionista nos atendió. Acaecidos unos pequeños momentos de confusión por la letra de la matrícula (Como se puede escribir “B” cuando se le dice a alguien con “P” de Palencia… Mágico, ¿Verdad?) la amable señorita nos informaba de la ubicación de la cochera aunque tardó en comprender que la indicación “ahí al lado” no nos servía de mucho. Superado los primeros choques entre los terrícolas extremeños y los castellanos conseguimos dar con él y aparcar, recogimos nuestros enseres y fuimos directos a conocer nuestras ansiadas habitaciones. Y allí estábamos, en una habitación de aire minimalista en tonos wenge (“wanje” para mí) digna del mejor hotel de lujo con una temperatura que rondaba una sensación térmica de 40º grados; no obstante no hubo tiempo para mucho pues nos ataviamos con todo lo pertinente para la batalla que nos tocaba librar y pusimos rumbo a El Plantío. Tras un mínimo fallo logístico que nos obligó a dar un pequeño paseo con la fresca ante nosotros se erguía ya el pequeño pero acogedor Plantío. A nuestra llegada numerosas personas se volteaban atraídos por el diferenciador color verdinegro y banderas ajenas, pero no todo iban a ser caras desconocidas porque enseguida reconocimos la carismática melena de Langos que junto con su Brother seguían tejiendo a su alrededor una afición digna de la mayor admiración y a prueba de cualquier distancia kilométrica. Todos los pocos, pero suficientes aficionados cacereños nos adentramos en el pabellón donde una temperatura que evocaba al mismísimo infierno se avalanzaba sobre nosotros provocando ipso factos sudores que dificultaban la laboriosa misión de ubicación del campamento. Una vez conseguido nuestro propósito nos despojamos de algunas capas de ropa que favorecieran nuestra supervivencia, poco a poco nos fuimos acomodando y recibiendo visitas de hospitalarios burgaleses y extremeños esparcidos por la geografía circundante. Pero si hubo una visita especial fue aquel señor bajito con barba que se acercaba desde el parqué, lucía un jersey a rayas con llamativos colores que no dejaba indiferente a nadie. Sí, era él, el mismísimo djfruco aunque la ausencia del tardón Son provocó su desilusión y que Jugoncita se perdiera ese previsible mágico encuentro.
El primer objetivo que nos había llevado hasta Burgos daba comienzo, el equipo visitante de Blanco saltaba a la pista con un Rod Brown que agitaba sus brazos cruzando su mirada hacia los viajeros cacereños, aquello hizo pensar a Jugoncita que algo iba a cambiar en ese equipo, que esa noche iba a ser una gran noche; 39 minutos y medio después los presagios se volvían realidad. Una primera parte descafeinada dio pase a una segunda mitad donde el equipo visitante sacaba toda su casta y orgullo para deleite de los desplazados. Toda la emoción alcanzaba su cota máxima a falta de 6 segundo para el final, el argentino Diego Guaita disponía de dos tiros libres con un resultado desfavorable por un punto, en su mano todas nuestras ilusiones y esperanzas. Un tiempo muerto concedía espacio al sufrimiento, el latido de nuestro corazón se disparaba conteníamos los nervios como podíamos. Llegó el momento, nuestro hombre en la línea de tiros libres desde la grada se oía un “ánimo Diego”, él botaba mientras nosotros aguantábamos la respiración. Emanaba grandes dosis de seguridad y confianza algo de eso nos trasladó, todos creímos en él y no defraudó. Finalmente anotó los dos tiros libres y con el pitido final el júbilo se desató.
(He obviado la historia de Nipón Ichi y su amigo Burgalés porque aún me produce efectos secundarios… que grandioso momento. Eso sí, adjunto imagen del hecho para los conocedores)
Más contentos que unas castañuelas volvimos a nuestro sahariano hotel donde la bruma nos esperaba más allá de la puerta. Todos juntos en amor y compaña nos arrejuntamos en la habitación del medio (jor, tanto tiempo ha pasado que no recuerdo el nº) para pegarnos el festín padre a base de bocadillos, entre bocado y bocado la conversación se centraba en la duda cada vez más creciente de presencia o no de paredes en el temible pabellón Mariano Gaspar donde al día siguiente nos veríamos las caras con los foreros burgaleses. Sin darnos cuenta los relojes anunciaron las 12 de la noche y con ello terminaba un día muy largo, pero no así lo haría nuestro devenir puesto que en un alarde de pavonería los viajeros decidieron salir para contemplar la famosa Catedral de Burgos sin reparar en el hecho de que un viento infernal azotaba la capital. Así pues a las 1 y pico salíamos del hotel y sin apenas dar dos pasos (no hacía falta el viento llevaba a empujones) llegamos. Diez minutos después estábamos de vuelta en el hotel aunque el transcurso de vuelta evocaba al mejor de los combates entre unos mediocres cacereños versus el todo poderoso Dios Eolo, finalmente llegamos sanos y salvos. Ahora ya sí tocaba descansar hasta el amanecer siguiente.
Continuará...