viernes, 28 de enero de 2011

El curioso caso de las instalaciones deportivas en Cáceres

Hace unos días publicaba el periódico Extremadura una gran noticia para toda la ciudadanía cacereña, se trata del fin de la construcción de un nuevo pabellón polideportivo en nuestra ciudad, concretamente en la barriada de Aldea Moret. Digo sin ironía que es una gran noticia pues es evidente que nos hacen falta superficies acondicionadas para la práctica deportiva. Este ha sido un paso más. 

Cuando me detuve a leer la noticia no puede evitar que ciertas palabras resonaran una y otra vez en mi cabeza y que, en consecuencia, haya cosas que mi ingenua e inmadura persona no alcanza a comprender. El aspecto que más me inquietó es que se han traído “grandes vigas de manera laminadas de entre 30 y 38 metros, fabricadas expresamente en el País Vasco y desplazadas en transporte especial”. Y yo, ignorante de mí, me pregunto; realmente era necesario un diseño tan “vanguardista” (suponiendo que lo sea) en lugar de algo más convencional (accesible) que pudiera habernos ofrecido nuestra tierra y así de paso, inyectar algo de montante a alguna necesitada empresa extremeña. ¿Esta es la forma de “vender” nuestra tierra? ¿Este es el ejemplo con el que predicamos? En fin, no voy a negar que acciones de este tipo me decepcionan ávidamente y hacen que por momentos pierda la fe en mi querida tierra.


Baloncesto entre cubos

Al margen del diseño y materiales escogidos para su construcción, asunto en el que no me puedo extender porque lo haría desde el desconocimiento, hay otro punto a tener en cuenta. Resulta que nos preocupamos (los estamentos políticos lo hacen) con buen criterio, en dotar de infraestructuras de calidad a una ciudad para el “uso popular” y para ello se construyen, como es el caso, pabellones. Ahora yo vuelvo a mi tanda de preguntas ignorantes ¿Y quién se preocupa de su mantenimiento? Bien, elegimos traernos costosos materiales desde fuera de nuestra comunidad, perfecto, pero de qué sirve si en un breve espacio de tiempo van a ser relegados al olvido, o a caso esta vez va a ser diferente. Se preguntarán, con todo el derecho, en qué me baso para augurar este aciago futuro al pabellón por estrenar. Pues experiencia, que una a esta edad ya se puede permitir decir eso. Referentes: 

  • Pabellón V Centenario (Universidad de Extremadura) con tremendas goteras desde hace años que poco a poco han ido pudriendo el parqué, un lujo con el que cuenta, pero que se echará a perder totalmente no tardando mucho. ¿No sería más fácil arreglarlo? De hecho, haberlo hecho hace años. 


  •  Pabellón “Serrano Macayo” (Municipal) se le ha lavado la cara hace poco y nadie ha arreglado las goteras de la pista inferior, ni han acondicionado los “vestuarios” obsoletos e insalubres. 


  • Pabellón Multiusos Ciudad de Cáceres (Junta de Extremadura) instalación deportiva más esplendorosa que hay en Extremadura. Una gran inversión con más de 11 años de vida, el mismo tiempo que tienen las goteras sin reparar. Única instalación deportiva acondicionada térmicamente en cuya dotación a buen seguro se invirtió una gran cantidad de dinero, pero que no sirve para nada porque no se usa y hay que estar sentados con un frío indecente mientras ves un partido. Bien, acepto que la calefacción puede llegar a considerarse un lujo prescindible, pero ¡¿las goteras?!

Los motivos para que estos equipamientos deportivos se deterioren sin remedio son variadas, pero de nada servirá que se construyan nuevas si al poco van a entrar en la misma dinámica. Lo dice alguien cansada de tener que lidiar y compartir pista, con cubos, charcos y mopas.




Infraestructuras sí, pero para quién. 

Este es el último punto de mis alegaciones sobre el mal uso y funcionamiento de las instalaciones. El más incomprensible. 

Resulta que yo, Cristina Mendoza, ciudadana de la ciudad de Cáceres no tengo el derecho a hacer uso de ninguna instalación pública que hay en la ciudad para practicar, por ejemplo, baloncesto. ¿Por qué? Porque no estoy federada con ningún equipo y soy un usuario particular, situación que me priva de algo tan sencillo. La única opción que hay reside en el pabellón Universitario, que a la vista de las circunstancia presenta una considerable saturación. 

Queriendo ser razonable, entiendo que se prime las competiciones de las distintas federaciones y escuelas municipales por encima del uso privado, pero no entiendo que desde antes de mayo, cuando empiezan a terminar las diversas ligas, y durante TODO EL VERANO se rescinda el uso de los pabellones y presenten un estado desértico. Mientras tanto, el resto de hipotéticos usuarios andamos mendigando en busca de un anhelando cobijo para poder llevar a cabo la “promovida” práctica deportiva. Si tenemos una “Consejería de jóvenes y deporte” para respaldar y hacer accesible a todas las esferas el ejercicio físico no entiendo a qué se debe esta concepción de pabellones como bienes inaccesibles. Y ojo, que no pido un uso indiscriminado y gratuito, sino unas tasas públicas para su disfrute y sufragar los distintos gastos que se originen. 

La situación actual no tiene el más mínimo sentido. El clima de Extremadura no invita precisamente a salir a la calle ni en verano, ni en invierno y ni decir tiene, que ni una sola de las escasas instalaciones exteriores cuenta con aseos. 


Hagamos una crítica constructiva, aprendamos y mejoremos, por favor.

sábado, 22 de enero de 2011

Keep calm



Si esta es la "música" que voy a escuchar a partir de ahora es que estoy peor de lo que yo imaginaba. En fin, la involución sigue su camino.


miércoles, 19 de enero de 2011

A propósito de...




"No todo es blanco o negro: es gris. Todo depende del matiz, busca y aprende a distinguir."