domingo, 13 de febrero de 2011

El amor es lo que tiene.

De todos los días del año, y mira que hay 365/6 para elegir, mañana es el más patético de todos (Ahí voy yo a hacer amigos). Sí, lo habéis acertado, es San Valentín. Cabe la posibilidad de que el telediario, la radio, los anuncios, los panfletos publicitarios, lo supermercados, los escaparates, etc. os hayan servido de ligera ayuda para atinar.  Es ese grandioso día donde los mortales con pareja se han de regalar cosas para demostrar sus sentimientos y los mortales sin pareja se tienen que sentir desdichados.

Más allá de que se celebre o se deje de celebrar, a lo que no le veo especial problema,  me entristece ver como se desprecia inconscientemente a un sentimiento  cuya carga emocional no conoce límites y su presencia o ausencia determina tantas y tantas cosas. 

Entre dos personas que han compartido y/o comparten sus vidas estoy convencida de que hay algún vínculo más especial que entrar a unos "chinos" y comprar un peluche de tres euros que ponga "I love you" (joer,  que hasta hacen los peluches feos, que ya es difícil), quizás sea incluso más absurdo y más barato, pero será más personal. Reducir el amor a corazones rojos, flores rojas y objetos con forma de corazón no es algo  que yo acabe de comprender.

Por eso, en honor del amor, el verdadero amor; en honor al desamor, el auténtico desamor y porque necesitaba una excusa para poner esta canción (sí, de entre las miles de canciones que también se sirven de él), hoy día 13 de Febrero San Benigno según el santoral católico donde no se celebra nada en especial que yo sepa quería compartirla en mi pequeño rincón, últimamente reconvertido a trinchera emocional. 

Ya  lo dijo una mujer sabía e inteligente "el amor es lo que tiene"
Bueeeeno, sí, el acento argentino también  es lo que tiene.


P.D.: Ojalá algún día sepamos interpretar tan bien las miradas como las palabras.

1 comentarios:

^ i R i S ^ dijo...

Ojalá.

Y no tengo nadmás que añadir a tus palabras tan sinceras ;)

PD: ehhh, que es San Valentín... ¿te he dicho hoy que te quiero? Bueno, no te lo digo todos los días porque te me acostumbras. Menos mal que sabes escuchar los silencios.