miércoles, 8 de diciembre de 2010

Sucede que a veces...

Sucede que a veces no me gusta quién soy
Sucede que a veces no sé quién soy
Sucede que a veces no me dejo ser
Sucede que a veces olvido todo
Sucede que a veces recuerdo todo
Sucede que a veces no te perdono
Sucede que a veces no me perdono
Sucede que a veces no tengo respuestas
Sucede que a veces no veo el camino
Sucede que a veces me dejo perder
Sucede que a veces me escondo
Sucede que a veces... sucede

Y aún así, cada día sucede un poquito menos; porque también sucede que a veces tengo un pacto con mi vida: la vida



Sucederá mientras pueda suceder.

1 comentarios:

Wruk dijo...

¿Síndrome de sábanas frías?

Cuídense.