viernes, 21 de octubre de 2011

Más vale caer en gracia que ser gracioso.


Miércoles noche. Partido contra Burgos. Poco ambiente (Olé a la federación por hacer que nos comamos en casa los tres partidos que se juegan entre semana). Resultado final: derrota y mucho en lo que pensar.

En lo que al partido respecta en sí hay poco que comentar Burgos ganó porque son y jugaron mejor mientras que nosotros anduvimos dispersos. Lo que realmente me ofende  es ver como, un año más,  el equipo está polarizado. Se divide en jugadores a los que hay que tratar bien y a los que no. Y no hablo de roles y de minutos, sino de respeto (para mí lo es).

No sé si es que me va el rollo de  defender las causas perdidas o qué, pero me molestaba especialmente  el asedio que se está teniendo con Scott (vamos,  dos años atrás y ya estaría en su casa comiendo emparedados de crema de cacahuetes). El muchacho sale por primera vez de su país para jugar como profesional, se clava en un partido de pretemporada 40 puntos de valoración y ya queremos un mega D1OS para toda la liga. Vale, esto es sacar las cosas de contexto, es obvio que está fuera de dinámica, que no está adaptado y que lo necesitamos y sobretodo; lo necesitaremos. Con esa espada de Damocles sobre ti quién puede reconducirse. Debe de ser difícil. Si gente que yo me sé considera escarnio público hacer flexiones, no sé qué pensará de esto. Además, la estrategia parece clara, cuando las cosas no salen ponemos “esto” por delante como escudo y de ahí que vayan tirando.  Me parece muy sonrojante  que el entrenador vaya soltando perlas como esta “no podemos permitirnos jugar sin un americano”  joder, no digo que no tenga razón, pero esos no son los modos. Y antes de llegar ahí, ¿Qué has hecho tú por ayudarle? ¿Sacarle de titular dos cuartos y no volverla a sacar nunca más? Tiene que ser chungo integrarte así, y de la salida en Granada mejor ni hablamos… En fin, la autocrítica nunca fue lo de Aranzana, sin duda alguna, es lo que más he echado en falta todo el tiempo que lleva aquí.  Aún así, como desconozco lo que sucede en los entrenamientos, vamos a poner entre interrogantes toda esta situación.

Segundo aspecto enervante. Salida a pista de Juan Sanguino [-corchetes porque tiene migas- ese hombre que Aranzana dice que tiene que dar un paso al frente… al frente ¿Dónde?¿En el banquillo? Si chungo era  para Scott integrarse mucho mejor no le pinta a Juan para dar lo que le piden sin una tristérrima oportunidad] primera jugada, creo que una defensa, se equivoca y así lo reconoce, pero da lo mismo porque gritando, como pocas veces hace durante al menos dos jugadas Aranzana se lo recrimina. Bueno, pasa ese pequeño desliz de inicio y, bajo mi punto de vista, Sanguino da lo que se pide. Como recompensa no vuelve a jugar en todo el partido. ¿Moraleja?  Que alguien me la cuente… Además, luego se nos lesionarán los jugadores o llegaremos a final de la liga todos fundiditos.
Foto de "El periódico Extremadura".Rufino Vivas.

Pero nos falta nuestro poltergeist particular, porque sin duda  alguna el caso más preocupante es el de Carlos Cherry, y vaya por delante que no tenga nada contra él, nunca he sido de criticar a los jugadores de mi equipo así porque sí, pero es superior a mí. Es un tipo contradictorio, ambiguo, que cuenta con la vitola de ser “el protegido”, lo fue el año pasado y éste, de forma algo diferente, pero sigue en la misma línea. No podemos quitarle sus méritos gracias a él  hemos ganado muchos partidos, pero por igual los hemos perdido. Su virtud y su defecto es que te los gana (o ganaba) o te los pierde. Desde la temporada pasada y lo poco que llevamos andado en ésta su actitud en pista es desesperante,  la campaña anterior parecían ser problemas físico, pero y ¿esta? No hay ninguna noticia que diga que está tocado. Y aunque fueran problemas físicos, no coordina.

Tiene la permisividad de salir y hacer “lo que quiera” sus fallos no cuentan como los demás, en defensa es una auténtica pena y una lacra para todos. De acuerdo que pasar los bloqueos por detrás sea una orden de banquillo, pero  su concepto de “detrás” es demasiado profundo.  Su falta de implicación en defensa conlleva múltiples desajustes defensivos que a vista general acaban pagando sus compañeros, a esos que a diferencia de él no se les conceden dubitaciones. Es  lamentable verle “subir” el balón, o la falta de ganas con la que lo hace. Ligera presión, saco yo se la doy a otro o si no soy capaz de recibir no hago muchos esfuerzos que ya vendrá otro a por el balón. Sólo Perico Robles se lo ha reprochado. Me imagino las risas en los scouting de los otros equipos.  La lista es larga, nos tiramos al suelo y nos olvidamos de volver a defender,  recriminamos a los compañeros si no nos pasan, pero no pasa nada si sucede a la inversa, etc. Aunque lo que más me molesta es la actitud, el afán de protagonismo.  Me encantaría que dejara de lamentaciones catastrofísticas públicas y bajara el culo, no sé si lo dice de verdad ni me importa, pero hay otras formas de demostrar lo que uno cree. Por igual, sobra mirar al cielo cuando mete una canasta como dando gracias a la divinidad por quitarle su condena, lo tenemos muy visto y la condena la pagamos los espectadores.  Añoro en él algo del sigilo de  Forcada. Pero a él nadie le da voces, a él nadie le grita nada, a él ni los medios los señales sino que lo encumbra (¿¡What!?), él no debe explicaciones y  yo pregunto… a caso si nos podemos permitir jugar sin el presunto base titular? Porque no he leído ningún titular al respecto. Da lo mismo que  su esfuerzo en pretemporada  haya  estado cogido con alfileres, por no sacar la vena ordinaria, y ahora estemos pagando los platos rotos, da igual porque el tiene la confianza que tantos otros necesitan.

Y ojalá sólo se trate de una visión mía ausente de perspectiva, y ojalá tenga que escribir otra entrada para contradecirme y pedir perdón. Pero no me gusta su actitud, no me gusta nada. Le deseo lo mejor y si es un trance el que está pasando que lo pase lo antes posible, pero me gustaría dejar de tener la sensación de que se está riendo de nosotros con sus absurdos  gestos teatrales y que i(n)voluntariamente está siendo un mal compañero.

Los mismos que tienen potestad para  dar un toque de atención a un jugador  deberían tener y actuar por igual con Cherry.


Termino a lo extremeño, no me gusta como caza la perrina.

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