Tal día como hoy hace 24 años a eso de las nueve menos veinte de la mañana llegaba al mundo. Mi nacimiento no fue más que el preludio de lo que después sería mi persona: nací 10 días más tarde de
lo previsto (a mi ritmo) y aguanté hasta que aquéllos que esperaban conocerme se tuvieran que ir a trabajar para ver la luz del día. Madrugar de aquélla forma tan estrepitosa no debió sentarme muy bien y así hoy día podemos entender que cada despertar sea un suplicio de pereza.
A lo largo de todos estos años he ido evolucionando cual pokemon. Desde mi infancia, según dicen muy rebelde, hasta la actualidad muchas cosas han cambiado. Para empezar he desterrado un extraño historial que cargaba a mi espalda de leyendas urbanas que dicen que era un poco trasto, pues la verdad yo me veo con cara de no haber roto un plato en la vida. El paso del tiempo me puso en su sitio y un marcadao, casi excesivo, sentido de la responsabilidad junto con una introversión atroz engulleron a aquella niña ocurrente. Aún así hoy en día hay quien dice que por momentos se me ilumina la mirada, como un fogonazo, un destello y una sonrisa pícara que le acompañan dejan entrever que no todo es tan diferente como parece.
Y parece mentira, pero poco a poco me he ido convirtiendo en una persona "formal", estudiante y trabajadora (aunque no charcutera), a mis recién estrenados 24 años me siento muy orgullosa de muchas cosas y evidentemente, de otras no tanto; pero por esta vez me voy a dar la enhorabuena a mí misma por los frutos del trabajo y el sentido común.
Son muchas cosas las que he aprendido en todos estos años, pero muchas más las que me quedan por aprender. Son muchos los sueños que he tenido la suerte de cumplir, pero una ínfima parte comparado con todas las ilusiones y sueños nuevos que me acompañan día a día. Sí, también acumulo patadas, golpes bajos, pero quién no. No hay que olvidar que desde pequeño lo primero que se aprende es a levantarse cuando uno cae.
No vine aquí para hacer amigos pero sabes que siempre puedes contar conmigo. Dicen de mí que soy un tanto animal, pero en el fondo soy un sentimental.
Mi familia no son gente normal de otra época y corte moral. Resuelven sus problemas de forma natural. Para qué discutir, si puedes pelear.
Dame una sonrisa de complicidad y toda tu vida se detendrá. Nada será lo mismo, nada será igual, ya sabes... Feo, fuerte y formal.
En el calor de la noche, a plena luz del día, siempre dispuesto para alegrarte el día.
Soy hombre de bien a carta cabal y como el DUQUE: feo, fuerte y formal.
Mi fama me precederá hasta el infinito y más allá. Y vive Dios que escrito está: “Si doy mi palabra, no se romperá”.
Pues nada estimados lectores, así comienza mi apoteósico día de cumpleaños que llegará a su cúspide mañana día que pasaré de 8 a 3 en el centro de salud y de 4 a 6 y de 8 a 10 en la facultad, no se puede pedir más xD.
Dicho esto a disfrutar los 24 años que según las neurociencias a partir de los 25 comienza la muerte neuronal, así que a ver si en mi último año de maduración cerebral puedo solucionar todas mis carencias con el cálculo y demás funciones numéricas, espaciales y ejecutivas.
Por lo demás muchas gracias a todos esos que habéis compartido estos años conmigo algunos por cantidad y otros por calidad, GRACIAS.
P.D.: Qué, me parezco o no me parezco
Anda! y mi canción, aunque Ángel me la quiso "levantá"...
2 comentarios:
Parabéns menina. Hoje tenho duas canções para vôce: ”Lenda” e ”Needle in the hay”.
Desejo-te tanta luz em la sua olhar como merecer-se.
Um beijo grande.
Pues por aquí quería yo verte, a ver si habías cumplido con tu tradicional análisis, y eras capaz de mostrarte tal cual eres (pero vestida, ojo).
Aprovecho la ocasión para felicitarla por su madurez mental, que está sobradamente demostrada, no como otros jovenzuelos que la rodean, que pese a tener más años a sus espaldas, estamos todavía inmersos en plena edad del pavo (recuerden a modo de ejemplo las hormonas desatadas de unos y los desdeñosos nudismos de otros).
Un beso.
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