Nadie dijo que esto fuera a ser fácil… Hoy es un día especial, como lo fue ayer. Si cierro los ojos y con apenas esfuerzo veo a un muchacho metiendo un triple desde el medio campo y diciendo adiós. ¿Ayer? No, hace 7 años. Pues sí 7 años, joer ahora es cuando uno piensa eso de quién te diría que… pero quien diría tantas cosas.
En contra de lo previsible de todas las felicitaciones ésta, para ser la última, va a ser la más difícil. Quizás son demasiados recuerdos a sintetizar, quizás no es el medio en el que me sienta más cómoda para ello y quizás Word can’t Express what you mean to me.
Pero bueno que hay que seguir… cuando te conocí, gracias a la errática e involuntaria colaboración de Daniel, tenías 17 años unos brazos escuálidos y decías cosas muy raras, algo de pollo y el camarero de derecho. Cosas de la vida años antes te habías sentado una temporada entera delante de mí, gracias a lo cual pasaste a mi catálogo fichador de personas como “el del polar adidas”, para acabar desembocando en “el chico adidas”.
Hubo un tiempo en el que te veía hasta en la sopa, pero que digo, si es que en mi video de carnavales del año ¿1988? sales tú; con toda la gente que habría mira tú que fijarte en la payasa (esto es literal) pues claro, antes o después tendría sus consecuencias. Pero en fin azares y coincidencias que han marcado nuestros años previos hasta el 27/28 de septiembre del 2002, desde entonces todo cambió y aquí estoy ahora tratando de felicitarte dando miles de rodeos. Bueno, y no sólo a ti, porque a penas un año después nació en tal fecha como hoy Winnito, el segundo en la línea de sucesión winniepoohtiense y el ojito derecho de papá.
Es injusto resaltar un solo día porque desde aquél momento todos los que se sucedieron incluyendo la fecha de hoy tuvieron su encanto, sí, sí, unos más y otros menos, ley de vida. Si alguien viniera y me preguntara por qué él, pues no sabría contestar; tendría que recurrir al manteado recurso de “porque tiene algo especial”.
Pero bueno, más allá de romanticismos se encuentran ustedes ante un joven que guarda un parecido razonable con Saviola, le encanta tirar de tres (y encima wruk le incita), es la segunda pieza del engranaje en el clan “patatas ali-oli”, tiene un aire clásico moderno impoluto, el orden es su mayor virtud, sino tienen facilidades para captar las ironías jamás en la vida lograrán entenderle, nunca sabrá cuando dice algo en serio y cuando no (he oído David, o quizás Diego). En su lista negra se encuentran varios babosos (por cautela no daremos nombres), los partidos de Febtv son para él un “sinvivir” y en consecuencia para toda persona que esté cerca, no se le da bien la natación porque sospechamos que tiene huesos de negro. Cuando come levanta pasiones, todo el mundo le mira con cara de asombro e incredulidad con una expresión de ¿Y aún puede con más?, el chocolate negro es su pasión y debilidad, no se maneja bien en las oficinas de turismo de otros países, tiene un archienemigo que le va poniendo trampas allá por donde vamos, en Burgos se le recordará por convertir la habitación en una sauna nocturna… y ya no vamos a seguir abusando de la confianza, que ya se han enterado de muchas cosas.
Con esto y un bizcocho, o mejor dicho tarta de chocolate con galletas, Feliz Cumpleaños pequeño soldadito y Feliz primer cuarto de siglo, que seas muy feliz.
Y para terminar su canción...
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