Aún no he olvidado tu primer día en el colegio, tengo una lejana pero aún presente imagen de una niña morena, de mi altura más o menos (en aquél entonces), delgadita y con una coleta la cual se haría histórica. Se acompañaba de una suave voz al alcance sólo de los oídos más privilegiados, pues parecías susurrar en lugar de hablar.
Dicen las malas lenguas o las buenas, que más da, que desde entonces hasta ahora estás irreconocible. Puede que ya no tengas tu pelo negro azabache, que tu voz ahora sea fuerte y segura sin miedo a rebatir a quien se ponga por delante, puede que hayas perdido tu coleta antaño seña de identidad. Pero siendo sinceros, cuando hablo contigo es como si lo hiciera hace años nada ha cambiado, tus ocurrencias siguen ahí.
Puede ser que ahora dejes ver lo que siempre has sido una tía con las ideas “medianamente claras” (o por lo menos con muchas ideas), con ganas de ser independiente, emprendedora y luchadora, capaz de reírse de sí misma.
Te acuerdas cuando lanzábamos tu diccionario al aire para averiguar nuestro destino en esta vida, me parece a mí que el “VOX” no dio una en el clavo.
Ya he perdido la cuenta de los años que hace que te conozco, al principio a penas teníamos relación, todo era muy distante, pero entonces la “droga” se cruzó en nuestro destino. Sí, bendito baloncesto que nos hizo estrechar vínculos, que no hizo compartir grandes momentos. Han sido muchas cosas las que desde entonces han pasado, procuro recordar lo bueno (te acuerdas de los campus del cole, del campus de Málaga, de tu codo con su tiro kunfú, de nuestros 3x3 contra las fumetas y maravillas, de la Salchicha Peleona, de nuestros viajes por Extremadura disfrutando de Manolo García, de tus cintas con sus canciones inacabadas, de nuestros buenos entrenadores, de la jara=mierda…) pero también ha habido cosas malas (como todo) y es que cuando alguien tiene pasión por algo todo alcanza los extremos. Sé que nunca te lo he dicho ( y aprovecho por aquí porque sé que no lo leerás, que cobardía…) pero lo más doloroso de aquel último año de baloncesto frustrado, dolor que sé que sólo tú puedes comprender, no fue la injusticia que se estaba cometiendo, ni los esfuerzos en balde, ni si quiera el hecho no poder entrenar, de no poder competir, etc. fue perder la… como dirías tú? Simbiosis que nos había unido tantos años. Ese fue el comienzo de tiempos difíciles que yo llevé como pude y en los que creo cometí el error de evadirme de todo y todos a mi manera, incluida tú. La desgracia fue que para ti también llegaron tiempos difíciles y creo que yo no estuve a la altura, sé que te fallé.
Y bueno, vaya tostón melodramático oiga.
Querida amiga, al fin y al cabo los recuerdos y el baloncesto nos mantienen unidas y yo sólo puedo desearte lo mejor. Gracias por todos los años juntas siendo un pequeño armario como yo (jaja, esto cobra más gracia con el tiempo.) En este día especial quiero desearte un Feliz Cumpleaños Helena con “H”, se acabó la edad Jordan. Ahora que tengas felices 24!!Ahí un par de recuerdos…
ANTES
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