Sucede que a veces no me gusta quién soy
Sucede que a veces no sé quién soy
Sucede que a veces no me dejo ser
Sucede que a veces olvido todo
Sucede que a veces recuerdo todo
Sucede que a veces no te perdono
Sucede que a veces no me perdono
Sucede que a veces no tengo respuestas
Sucede que a veces no veo el camino
Sucede que a veces me dejo perder
Sucede que a veces me escondo
Y aún así, cada día sucede un poquito menos; porque también sucede que a veces tengo un pacto con mi vida: la vida.
Sucederá mientras pueda suceder.